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Hoy quiero contarte un poquito mas de mi camino. Si estas aquí ya sabes que mi amor por el arte y la cultura han sido parte fundamental de mi vida desde siempre. Sin embargo, este ha sido un camino mas bien solitario porque mi entorno familiar y cercano lo apreciaba y diría que lo sigue apreciando, más como una actividad secundaria antes que algo a lo que uno pudiera dedicarse profesionalmente. Incluso yo misma no lo tenía como una alternativa, fue hasta que salí de la universidad que lo vi y lo deseé como una opción real para mí. Trabajar en una institución dedicada a la Cultura sin ser parte del sector creativo me dolía mucho.

Durante el último año de Universidad comencé a trabajar en Cultura, permanecí ahí dos años en los cuales puse empeño para insertarme en el sector; estudiando, conociendo y relacionándome con un mundo desconocido, pero anhelado. Pasado este tiempo decidí vivir en Barcelona y ahí comenzar con estudios formales en la Escuela de Arte y Diseño, lo cual no fue nada fácil, sobre todo al principio. No por los estudios, ahí me sentía en mi salsa, sino mas bien por tantos cambios significativos en mi vida —cambio de país, dejar la familia y amigos, comenzar la convivencia en pareja, entre otras cosas. Todo se fue acomodando y mis ganas pudieron mucho más. Lamentablemente, aparecieron obstáculos o circunstancias diversas en el camino, por las que decidí darle prioridad a mi carrera en el ámbito de las políticas públicas culturales, lo que había estudiado inicialmente, y dejé la creación en el tintero.

En ese intertanto aparecieron diversos síntomas físicos y emocionales —frustración, resentimiento, irritabilidad, desgaste emocional, desconformidad con mi vida, contracciones musculares , estrés emocional/mental, tristeza, ansiedad, sensación de vacío lo que hizo que en gran parte me perdiera y me sintiera incompleta, intranquila, bloqueada, desconectada de mí misma.

No lograba integrar en mí mis talentos con mis estudios y profesión, creyendo que debía hacer una cosa o la otra transformándose esta situación y mi sentir en un gran peso, un gran asunto pendiente conmigo misma. Intenté dar un giro en mi vida varias veces con más o menos éxito, hasta que decidí dar un cambio en el año 2020 en plena pandemia. Y fue maravilloso, ahora que lo veo en retrospectiva, lo aprecio aún más, mi pequeña gran revolución interior se vio reforzada con más fuerza y determinación.

Ahora me doy cuenta de que todo este proceso de descontento interno hizo que me movilizara con un nivel de urgencia extrema logrando enfocar mi vida hacia la creatividad de la mano de la maternidad y la crianza. La creatividad de mi hijo en crecimiento fue mi mayor inspiración y motivación para hacerme cargo de mí misma y mis necesidades, transitar la maternidad hizo que se abriera en mí un lugar interno que por mucho tiempo lo mantuve relegado, haciéndome cargo de mis propios deseos aunque no supiera exactamente cómo. Y no solo eso sino de poder apreciarme con mis virtudes y cualidades además de mis propias limitaciones.

Con el mundo del revés durante la pandemia, enfocarme en la creatividad y en el desarrollo de mis talentos hizo que todo tomara forma en mi cabeza, en mi cuerpo y mis sentimientos. Me lancé a explorar, descubrir y concretar al fin uno de mis grandes sueños y anhelos. Muy honestamente confieso que ser bailarina o dedicarme a la música hubiese sido el máximo cumplimiento de mis sueños, algo que definitivamente no pudo ser. Sí lo experimenté sobre todo con la danza durante muchos años, como algo secundario aunque vital. La música es mi pasión, amo descubrirla, está en mis próximos pasos formar mi voz para explorar el canto, al menos darme ese gusto e integrarla en mis procesos creativos. Y la escritura ha sido parte de mi vida de forma natural, es mi gran aliada junto con la visualidad y por eso también me decanté por la fotografía como un gran medio de expresión y con el cual tengo gran sintonía. Con la pintura y el dibujo me pasa algo similar, aunque definitivamente necesito mucho más trabajo en ello, quiero profundizarlo.

Gran variedad de intereses asoman a través de mí y muchas veces he sido criticada por esto, hasta que por fin dejé de oír esas voces poniendo volumen alto a mi voz interna. Ahora convivo tranquila sabiendo y reconociendo que tengo múltiples intereses y que los aprecio porque sé que a la hora de crear todos son valiosos y enriquecedores, al menos para mí.

Puede ser que mi camino sea con grandes curvas, dudas, desaciertos y bloqueos; ahora ya me entrego a vivirlo desde mi corazón, porque para mí la vida es mucho más linda si la vivo a través de lo simbólico, lo sutil y la entrega. Sí, me ha costado llegar hasta a este punto, viéndome tantas veces como espectadora, ahora he sido capaz de integrar mis partes y eso es impagable. He podido dejar a un lado el cuestionamiento, la duda, la inseguridad. Sigo conviviendo con ellos pero con la diferencia que van sentados en el asiento de atrás y que el copiloto es otro, son mis sueños. Es un verdadero logro y lo celebro; el arte, la naturaleza, lo sutil, lo simbólico para mí son la vida.

Acuérdate, sé respetuoso/a con mi trabajo, si no te gusta simplemente busca otro contenido acorde contigo, seguro lo hay. Y por supuesto, puedes compartir lo que publico, mencionándome en las entradas que hagas a través de cualquier medio.

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