Mamá
Dícese de quién recibe y gesta una vida para darla a luz.
En ocasiones, más de las que se conocen, esa vida vuelve en poco tiempo a su lugar de origen. En otras, las más, esa vida toma su lugar en el mundo material y entre risas y llanto, es bienvenida.
Cualquiera sea el caso, una mujer ha sido el canal, yo mujer he sido ese canal y todo, absolutamente todo lo vivido desde ese momento me ha transformado, para mejor.
Antes de ser mamá no sabía apenas lo que era maternar, criar. Y eso, fue perfecto para abrirme y darme a luz a mí misma en una nueva dimensión de la vida.
Y sí, es una bendición aunque haya también dolor, llantos, incomprensión.
Celebro ser mamá.
—
Una vez recibí una tarjeta de felicitaciones para el día de la madre siendo muy joven aún, tendría 17 años, tal vez. Mi mamá me entregó ese regalo diciéndome algo así como “…para cuando tú seas madre, si algún día decides serlo…” Me quedé sorprendida.
Y ahora, veo ese saludo como un reconocimiento de todas las distintas posibilidades que existen para construir la vida, y en caso de decidir tener un hijo lo hiciera desde el corazón aunque no supiera nada de nada. Ahora sé que sea como fuera la experiencia, si me entrego seré guiada por el linaje. También por mí misma, por mi intuición, por mis guías. Confiar, dicen.
—
Mamá, mamá, mamá
¿Cuántas veces al día escucho esta palabra? No sé, muchas.
Si ando en la luna o en cualquier parte, me trae de vuelta. A veces, con un grito o un tirón bien firme.
Cuando estoy en mi centro, ese llamado se siente dulce, tierno aunque haya grito y tirón. Logro comprender lo que no se dice.
O simplemente, lo oigo y nos encontramos.
Mamá & hijo. Gracias Aitor, gracias bebecito en las estrellas.
Acuérdate, sé respetuoso/a con mi trabajo, si no te gusta simplemente busca otro contenido acorde contigo, seguro lo hay. Y por supuesto, puedes compartir lo que publico, mencionándome en las entradas que hagas a través de cualquier medio.