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Después de 6 años que di de alta este blog, aquí estoy, preparada para comenzar con esta aventura de escribir y compartir un trocito de mi camino con el mundo, con el que quiera leer y con quien quiera seguir leyendo en adelante. Confío.
Mi vida es como la de cualquier persona con nada y todo de especial, también única. Con eso me basta para querer compartirla. Compartir.
Comienzo contándoles que el nombre de este blog se debe a una película francesa que me gusta mucho, producida por el Musée d’Orsay y protagonizada por Juliette Binoche, actriz que con sus distintos personajes y la magia de su interpretación, me inspira desde los tiempos en que estaba en la universidad. Esta película transcurre en gran parte en Normandía y comienza con escenas del último verano que pasan juntos en familia, una madre y sus tres hijos que ya son adultos. Me conmovió mucho cuando la vi hace ya varios años mientras vivía en Barcelona, y la verdad es que su nombre es perfecto, resuena con muchas vivencias personales.
Las horas del verano, las de la estación, dan cuenta de un período del año lleno de esplendor, abundancia y sol. Un gran sol luminoso que entrega luz a nuestras vidas y nos energiza con sus rayos. Es el período de máxima abundancia en la naturaleza cuando la tierra nos entrega sus frutos y podemos cosechar los alimentos.
Estoy segura de que la reserva de rayos de sol de cada verano vivido y que habitan en mí, me apoyan en el proceso de escribir, hacer fotografías y me-editar. Compartir y comunicar con propósito en este , mi diario particular.
Los invito a disfrutar de este camino, acompañados.
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Nota: Les comparto una ficha con información de la película que les comenté, a ver si se animan y la ven 😉 Ficha Film Affinity
Acuérdate, sé respetuoso/a con mi trabajo, si no te gusta simplemente busca otro contenido acorde contigo, seguro lo hay. Y por supuesto, puedes compartir lo que publico, mencionándome en las entradas que hagas a través de cualquier medio.