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Miré a través de la ventana caer la lluvia, la gente pasaba, algunos caminando pausadamente
otros estilados o conversando.

La ventana era grande, tanto como la pared que la contenía. Un toldo cubría parte del paisaje
La lluvia era intensa, cristalina.

Muchas conversaciones alrededor hicieron que mi atención se interrumpiera. Mis pensamientos, mis ideas, mi sentir deseaban silencio. Caminar, brisa fresca.

La lluvia fue mi aliada, cada gota que caía sobre la barandilla más allá del cristal me ayudó a estar en mí. La lluvia suavizó mi cuerpo, la lluvia me susurraba.

Conversaciones importantes alrededor, seguramente las habría. No las pude distinguir. La conversación de mi mesa yo quería que lo fuera.

Mi alma buscó refugio, el agua y su sonido imaginado me lo dieron. Mi vulnerabilidad se colaba entre las palabras.

La lluvia fue mi compañera, mi amiga. Todo un campo invisible que, en medio del bullicio, la música y los sabores pasa desapercibido, estuvo ahí para mí. El agua conectó con mi agua.

Parece que el silencio no fuera nada, y en él encuentro todo. Me doy cuenta de mí misma, sé que puedo hacerlo. Entonces, lo busco y lo atraigo hacia mí.

Sí, vacilo, estoy atenta, quiero poder asirlo todo. Y solo puedo asegurar que yo conozco lo que hay en mí. Todo lo demás es desconocido, más sé que en el agua puedo abrir los ojos, confío.

Al fin camino bajo la lluvia, el ritmo de mis pasos es lento. Me deslizo y parece que la calle me transporta. Sí, todo me envuelve, parece terciopelo cálido cuando todo es frío.

Aunque todo parece confuso, la neblina aguada se va disolviendo. Sutilmente mis barreras se van cayendo. El aire frío da ligereza a mis sensaciones y me entrega al movimiento.

Acuérdate, sé respetuoso/a con mi trabajo, si no te gusta simplemente busca otro contenido acorde contigo, seguro lo hay. Y por supuesto, puedes compartir lo que publico, mencionándome en las entradas que hagas a través de cualquier medio.

1 Comment

  • Barbara
    Posted 26 de Mayo de 2025 at 7:37 pm

    Amé este texto reflexivo. Llegó cuando tenía que llegar, como los tiempos perfectos de la vida… ni un minuto antes ni un minuto después…
    Escuchando el playlist de LHV…
    ♥️
    Gracias

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