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Te antojas caluroso, ardiente
Y las ganas de ti se dejan caer
Es una fuerza sin fuerzas
El cansancio me pesa, quiero parar
Mi mente nublada me advierte
Logro darme cuenta
No sé qué hacer
La indecisión me absorbe
Nada de esto es lo que quiero
¿Y si todo es una niebla colmada de insatisfacción?
Tristeza
Pieles lozanas, bríos que se estrellan en la miseria
Tal vez, hastío de vivir ciertas maneras
Algo debe morir, y sigue la agonía
Dije entusiasmada en mi ímpetu juvenil
Asombro infantil, me sorprende
Y ahora, siento que pasan de repente los años
Mi juventud, mi madurez, mi mediana edad
Vislumbré estos años con objetivos y metas
Todo cambió, llegó la rabia
La desazón
Será ingenuidad o inmadurez, miedo
¿Dónde estaba guardada esta inseguridad?
Sí, le doy cabida a la vida, según dicen
¿Hacia dónde irán mis pasos?
¿Será más de los mismo?
¿O encenderé el fuego?
¿Tal que el asombro sea constatación de mi intuición?
¿Constatación de mis desvaríos?
Belleza, alegría, fuerza
¿Qué es sino vivir?
Algo de todo eso hay en mí
¿Cuánto puede multiplicarse?
Ideas, voluntad, ímpetu
Y luego siento todo arder
¡Impotencia, rabia, ira!
La colisión será inevitable, pienso
Y sé que no habrá tal choque
Sigo atrapada en tierras movedizas
Hay días y noches luminosas
Otras, como esta vez, en que las pesadillas acechan
Sueño, cansancio, sed
Naturaleza, compañía, ¡eso es!
Esto tiene solución
Valentía, dicen
Muchas veces he sido fuerte, lo sé
Y esta noche la experiencia humana aplasta como hierro
Me entrego, me rindo, dejo de resistir
Por esta vez, eso basta